Uno de los mitos más extendidos sobre el autismo es que todas las personas autistas tienen dificultades para hablar, pero la realidad es que la comunicación dentro del espectro es muy variada. Mientras algunas personas autistas desarrollan un lenguaje fluido, otras pueden hablar con ecolalias, y algunas pueden no desarrollar el habla en absoluto.
Cuando un niño autista no desarrolla el lenguaje verbal, muchas familias se preguntan por qué. La respuesta no es sencilla, ya que pueden intervenir múltiples factores que afectan la comunicación. En este post, exploramos algunas de las principales razones por las que un niño autista puede no hablar y cómo podemos apoyarlo.
1. Apraxia del habla
La apraxia del habla es una dificultad motora en la planificación de los movimientos necesarios para hablar. No es un problema de fuerza muscular ni de comprensión, sino una dificultad para enviar las señales correctas a los músculos del habla.
📌 Signos de apraxia del habla en el autismo:
✔ Dificultad para imitar sonidos o palabras.
✔ Errores en la secuencia de sonidos.
✔ Mayor dificultad con palabras largas.
✔ Variabilidad en la pronunciación de una misma palabra.
🔹 Cómo ayudar: Un enfoque especializado en la terapia del habla, combinado con sistemas de Comunicación Aumentativa y Alternativa (CAA), puede ser clave para facilitar la comunicación.
2. Dificultades en el procesamiento del lenguaje
Algunos niños autistas tienen desafíos para procesar y comprender el lenguaje hablado, lo que puede hacer que su desarrollo verbal sea más lento o incluso que prefieran no utilizar el habla.
📌 Factores que pueden influir en el procesamiento del lenguaje:
✔ Dificultad para asociar palabras con sus significados.
✔ Problemas para segmentar el habla en palabras comprensibles.
✔ Dificultad para seguir conversaciones rápidas o cambiantes.
🔹 Cómo ayudar: Un enfoque multisensorial, con apoyos visuales y estructuración del lenguaje, puede mejorar la comprensión y facilitar la comunicación.
3. Mutismo situacional o intermitente
Algunas personas autistas pueden hablar en ciertos momentos o con personas de confianza, pero quedarse en silencio en otras situaciones. Esto puede deberse a ansiedad, sobrecarga sensorial o dificultades para procesar el entorno.
📌 Situaciones en las que puede ocurrir:
✔ En entornos nuevos o con muchas personas.
✔ Bajo estrés o presión para hablar.
✔ En momentos de sobrecarga sensorial o emocional.
🔹 Cómo ayudar: Respetar los tiempos del niño y ofrecer formas alternativas de comunicación sin presión puede reducir la ansiedad y favorecer la expresión.
4. Preferencia por formas de comunicación no verbales
No todas las personas autistas tienen como prioridad el lenguaje verbal. Algunos pueden preferir gestos, pictogramas, lenguaje de signos o dispositivos de comunicación alternativa.
📌 Señales de que un niño puede estar comunicándose de otra forma:
✔ Uso de gestos o señalamiento en lugar de palabras.
✔ Preferencia por escribir o usar pictogramas.
✔ Expresión mediante expresiones faciales o movimientos corporales.
🔹 Cómo ayudar: Validar y fomentar cualquier forma de comunicación es clave. La comunicación va más allá del habla, y lo importante es que el niño pueda expresar sus necesidades y pensamientos.
5. Factores sensoriales y reguladores
El procesamiento sensorial en el autismo puede influir en la capacidad de hablar. La sobrecarga sensorial, la fatiga autista o el colapso pueden hacer que el lenguaje verbal sea difícil de acceder en ciertos momentos.
📌 Factores que pueden afectar el habla:
✔ Ruidos fuertes o ambientes sobreestimulantes.
✔ Fatiga cognitiva después de un esfuerzo prolongado.
✔ Colapso autista (meltdown o shutdown).
🔹 Cómo ayudar: Proporcionar un entorno tranquilo y estructurado, con oportunidades de descanso y regulación sensorial, puede hacer que el niño se sienta más seguro para comunicarse.
Entonces, ¿qué hacer si un niño autista no habla?
✨ No asumir que el habla es la única forma de comunicación.
✨ Observar qué medios de comunicación prefiere y reforzarlos.
✨ Probar sistemas de CAA para facilitar la expresión.
✨ Crear un entorno seguro donde la comunicación sea respetada en cualquier forma.
Cada niño autista es único, y su forma de comunicarse también lo es. Lo importante no es “hacer que hable”, sino brindarle herramientas para que pueda expresarse de la manera que mejor se adapte a él.
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📌 Susana Ariza – Coach especializada en neurodiversidad, madre de un adolescente autista no hablante y fundadora de Vivir el Autismo.
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