
El sueño es esencial para la salud física y mental, pero en el autismo, las alteraciones del sueño son frecuentes. Entre el 50% y el 80% de las personas autistas tienen dificultades para dormir, lo que impacta su bienestar y el de sus familias. Estas dificultades pueden incluir problemas para conciliar el sueño, despertares frecuentes, menor necesidad de descanso y alteraciones en el ritmo circadiano.
Causas de los problemas de sueño en el autismo
Las alteraciones del sueño en personas autistas pueden estar relacionadas con varios factores:
• Diferencias en la producción de melatonina: La hormona que regula el sueño puede producirse en menor cantidad o con retraso en su liberación.
• Hiposensibilidad o hipersensibilidad sensorial: Ruidos, luces o texturas pueden dificultar la relajación.
• Ansiedad y rigidez cognitiva: Dificultades para desconectarse de pensamientos o cambios en la rutina pueden generar insomnio.
• Problemas gastrointestinales: El estreñimiento o el reflujo, más comunes en el autismo, pueden interferir con el descanso.
Rutina de sueño recomendada
Crear una rutina estructurada y predecible puede mejorar el sueño en personas autistas. Aquí tienes algunos consejos prácticos:
1. Establecer un horario fijo: Acostarse y levantarse siempre a la misma hora, incluso los fines de semana.
2. Reducir estímulos sensoriales: Apagar pantallas al menos una hora antes de dormir, usar cortinas opacas y limitar ruidos.
3. Crear un ambiente cómodo: Usar ropa de cama suave, una luz tenue y, si es necesario, ruido blanco.
4. Introducir rituales relajantes: Un baño tibio, masajes, cuentos o música tranquila pueden facilitar la transición al sueño.
5. Evitar comidas pesadas y estimulantes: Reducir el consumo de azúcar antes de dormir.
6. Uso de ayudas visuales: Un horario con pictogramas o un temporizador pueden ayudar a anticipar la rutina nocturna.
7. Ejercicio físico moderado: Durante el día, ayuda a regular el ciclo sueño-vigilia, pero debe evitarse cerca de la hora de acostarse.
El papel de la melatonina en el sueño del autismo
La melatonina es una hormona natural que regula el sueño. En muchos casos de autismo, se ha observado que su producción es deficiente o desregulada. El uso de suplementos de melatonina ha mostrado beneficios en la reducción del tiempo para conciliar el sueño y la mejora de la calidad del descanso. Sin embargo, es importante que su administración sea supervisada por un profesional de la salud, ya que no todos los casos requieren suplementación.
Nuevos tratamientos: Slenyto
Recientemente, se ha desarrollado Slenyto, un medicamento basado en melatonina de liberación prolongada diseñado específicamente para niños y adolescentes con autismo. Su objetivo es prolongar los efectos de la melatonina en el organismo y mejorar la calidad del sueño a lo largo de la noche. Sin embargo, su alto costo puede ser una barrera para muchas familias.
Otras estrategias complementarias
• Terapias conductuales: Intervenciones como la terapia cognitivo-conductual pueden ayudar a mejorar hábitos de sueño.
• Técnicas de relajación: Respiración profunda, meditación guiada o yoga pueden facilitar el descanso.
• Aromaterapia: Esencias como la lavanda pueden inducir la relajación en algunos casos.
Conclusión
El sueño en el autismo requiere un enfoque individualizado, combinando una rutina estructurada, ajustes ambientales y, en algunos casos, apoyo médico. Implementar estrategias de higiene del sueño y contar con orientación profesional puede marcar una gran diferencia en la calidad de vida tanto de la persona autista como de su familia.
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Susana Ariza
Coach especializada en Neurodiversidad
“Vivir el Autismo”
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