Cuando un niño llega a los 4 años y todavía no habla, muchas familias sienten una mezcla de angustia, preocupación y culpa. Lo primero que quiero decirte es esto: tu hijo no está fallando y tú tampoco. Lo que está ocurriendo necesita comprensión, no presión.
Hay muchas razones por las que un niño autista puede no hablar a esta edad, y también muchas formas de acompañarlo sin perder la esperanza ni la conexión.
¿Por qué no habla todavía?
Hay niños que hablan a los 2 años, otros a los 6… y otros que no desarrollan lenguaje oral pero sí encuentran formas potentes de comunicarse. En el caso de los niños autistas, hay varios factores que pueden estar influyendo:
- Procesamiento sensorial diferente: algunos niños no pueden procesar el lenguaje auditivo con facilidad. Como si el mundo sonara distorsionado.
- Perfil de lenguaje gestáltico: algunos no adquieren palabras sueltas, sino frases enteras repetidas que luego van desglosando.
- Desafíos motores: el habla requiere una coordinación motora compleja. Para algunos niños, es como tocar un instrumento sin saber dónde poner los dedos.
- Altos niveles de ansiedad: si el entorno es impredecible o exigente, el cerebro prioriza la supervivencia, no el habla.
Ejemplo real: Mateo tenía 4 años y no decía ni una palabra. Pero cada vez que quería leche, iba a la cocina y colocaba su vasito sobre la mesa con fuerza. Estaba comunicando. Solo necesitaba que le enseñaran más caminos.
¿Qué puedo hacer para ayudarle?
1. Valida su forma actual de comunicarse
Tu hijo ya se comunica, aunque no use palabras. Lo hace cuando te busca, cuando señala, cuando te lleva de la mano. Tu tarea no es que hable. Es que se sienta comprendido.
Ejemplo: si te trae su zapato, puedes decirle: “¿Quieres salir? Vamos a ponértelos. ¡Vamos a salir!”
2. Crea un entorno visual
Usa fotos, pictogramas o incluso objetos reales para representar su rutina y entorno. Cuanto más visual, más comprensible será para él.
Ejemplo: si va al colegio, coloca una foto suya junto al autobús. Cada mañana se la enseñas: “Hoy: colegio”.
3. Usa frases cortas, claras y repetidas
Reduce el lenguaje a lo esencial y acompáñalo con gestos.
Ejemplo: “¿Leche en dino o coche?” (y le muestras las dos tazas)
4. Anticipa situaciones y repite rutinas
Si anticipas con imágenes o canciones, le das seguridad y reduces su ansiedad.
Ejemplo: Antes de ir al baño, enseñas el pictograma y dices “¡Pipí!” con tono alegre.
5. Invítalo a comunicar sin exigirlo
No le pidas que repita. Crea motivos para que tenga que comunicarse.
Ejemplo: Guarda su juguete favorito en una caja transparente. Que tenga que pedírtelo como pueda. Refuerza su intento con palabras.
6. Modela tú primero
Si usas un comunicador o pictogramas, empieza tú. Ellos necesitan ver cómo se usa.
Ejemplo: Cada mañana, toca “Hola – Mamá – Buenos días” en la tablet. Y míralo con cariño.
¿Y si nunca habla?
Entonces encontrará otra forma. Y está bien. Hay adultos autistas que se expresan por escrito, con comunicadores o con gestos. Lo importante no es que hable, sino que se comunique.
Ejemplo real: Alex no hablaba, pero un día escribió en su comunicador: “Te quiero, mamá”. Había tardado 8 años en encontrar cómo decírselo.
Necesita comprensión, no presión
Cuando le exiges que hable sin estar preparado, le generas estrés. Cuando le das herramientas, le das poder. El lenguaje oral no lo es todo.
Y tú, ¿qué necesitas?
También tú necesitas guía y contención. Si quieres recibir herramientas prácticas como esta cada día, puedes suscribirte gratis aquí:
Y si quieres compartir lo que estás viviendo con otras madres que te entienden sin juzgarte, únete al grupo de Facebook:
Espero que este post te haya ayudado. Si necesitas más ayuda, visita mi web:
www.vivirelautismo.com
Deja una respuesta