
La frustración es una emoción inevitable en la vida de cualquier persona, pero para los niños autistas puede ser especialmente difícil de gestionar. Esto se debe a diferencias en la regulación emocional, rigidez cognitiva, dificultades en la comunicación y una sensibilidad sensorial que puede hacer que ciertas situaciones sean abrumadoras.
En mi trabajo con familias, siempre insisto en que la tolerancia a la frustración no se “entrena” con exposición constante a situaciones frustrantes, sino que se desarrolla a través del apoyo, la comprensión y estrategias adaptadas a cada niño.
Estrategias para ayudar a los niños autistas a gestionar la frustración
1. Validar sus emociones
Es fundamental que el niño sienta que su frustración es comprendida. Frases como “Veo que esto es difícil para ti” o “Entiendo que te sientas así” le ayudarán a sentirse acompañado en lugar de juzgado.
2. Anticipación y estructura
Muchos niños autistas se frustran cuando las cosas no salen como esperan. Tener rutinas claras, usar agendas visuales y anticipar cambios con tiempo puede reducir esa sensación de incertidumbre que genera frustración.
3. Alternativas de comunicación
Si el niño tiene dificultades para expresar lo que le pasa con palabras, es importante ofrecerle herramientas como pictogramas, lenguaje de signos o dispositivos de comunicación aumentativa y alternativa (CAA). Muchas veces, la frustración viene de no poder comunicar lo que sienten o necesitan.
4. Enseñar estrategias de regulación
Cada niño tiene su manera de calmarse. Algunos necesitan movimiento, otros un espacio tranquilo, objetos sensoriales o respiraciones profundas. Es clave identificar qué le funciona a cada uno y enseñarle a usarlo cuando se sienta frustrado.
5. Evitar el “aguanta y ya está”
Es un error común pensar que la tolerancia a la frustración se fortalece simplemente haciendo que el niño se exponga repetidamente a situaciones frustrantes sin apoyo. En realidad, eso solo genera más ansiedad y rechazo. Lo ideal es trabajar con pequeños retos, siempre asegurándonos de que el niño tenga herramientas para manejarlos.
6. Ajustes razonables y flexibilidad
No se trata de sobreproteger, sino de entender que algunas situaciones pueden ser demasiado exigentes y es necesario adaptarlas. Si un niño se frustra porque una tarea es demasiado difícil, se puede dividir en pasos más pequeños o buscar una manera diferente de abordarla.
7. Trabajar desde sus intereses
Si el niño está motivado por algo que le gusta, le será más fácil enfrentar pequeñas dosis de frustración. Utilizar sus intereses especiales como punto de partida puede ser una gran estrategia.
Conclusión
La tolerancia a la frustración en niños autistas no se trata de “aguantar” más, sino de brindarles herramientas, apoyo y un entorno seguro donde puedan desarrollar su capacidad para gestionar estas emociones. Cuando entendemos sus necesidades y les damos estrategias adecuadas, les ayudamos a enfrentar el mundo con más seguridad y bienestar.
📩 Si quieres más estrategias para acompañar a tu hijo, suscríbete y recibe un correo diario con herramientas y curiosidades sobre autismo: www.vivirelautismo.family.blog
#autismo #regulaciónemocional #neurodiversidad #autismoentendible #educacióninclusiva #infancia
Coach en Neurodiversidad
Madre de autista
Divulgadora de autismo
📌 Espero que este post te haya ayudado. Si necesitas más ayuda, visita mi web: www.vivirelautismo.com
Bibliografía
• Prizant, B. M. (2016). Uniquely Human: A Different Way of Seeing Autism. Simon & Schuster.
• Baron-Cohen, S. (2008). Autism and Asperger Syndrome. Oxford University Press.
• Attwood, T. (2007). The Complete Guide to Asperger’s Syndrome. Jessica Kingsley Publishers.
• Grandin, T. (2006). Thinking in Pictures: My Life with Autism. Vintage.
• Milton, D. (2017). A Mismatch of Salience: Explorations of the Nature of Autism from Theory to Practice. Pavilion Publishing.
L
Deja una respuesta