Vivir el Autismo

“Cuando entiendes a tu hijo, el autismo deja de ser un problema. Solo necesitas que alguien te muestre otra manera de mirar.”

¿Por qué algunos niños autistas desarrollan TEPT y cómo podemos prevenirlo?

Introducción

El Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT) es una realidad que a veces se pasa por alto en niños autistas. Solemos pensar que ciertos comportamientos son “parte del autismo”, pero en algunos casos pueden estar relacionados con experiencias traumáticas que han dejado huella. Es fundamental comprender qué lo provoca, cómo reconocerlo y, sobre todo, qué podemos hacer para prevenirlo.

¿Qué es el TEPT?

El TEPT es una respuesta emocional intensa que aparece después de vivir o presenciar una experiencia muy angustiante. Puede manifestarse a través de recuerdos recurrentes, pesadillas, evitación de lugares o situaciones que recuerdan el trauma, hipervigilancia e incluso colapsos emocionales cuando algo desencadena el recuerdo.

En los niños autistas, estos síntomas pueden parecer comportamientos típicos del espectro: ansiedad, respuestas emocionales intensas o rechazo a ciertos estímulos. Por eso es fundamental entender qué hay detrás de esas reacciones.

¿Por qué los niños autistas pueden desarrollar TEPT?

1. Experiencias sensoriales abrumadoras

El sistema sensorial de los niños autistas suele ser mucho más sensible que el de otros niños. Ruidos fuertes, luces brillantes o texturas incómodas pueden convertirse en experiencias aterradoras si se sienten atrapados en esa situación sin posibilidad de escapar.

Ejemplo: Pablo tiene 6 años y fue a una fiesta de cumpleaños con globos que estallaron varias veces. La explosión del globo lo tomó por sorpresa y el ruido fue tan fuerte que entró en pánico. Desde entonces, cada vez que escucha un estallido similar, entra en crisis y se esconde bajo la mesa.

2. Intervenciones terapéuticas inapropiadas

Las terapias mal planteadas o forzadas pueden generar más daño que beneficio. El uso de métodos coercitivos o castigos puede hacer que el niño asocie el entorno terapéutico con el sufrimiento.

Ejemplo: Laura, de 5 años, asistía a terapia ABA donde se le presionaba para hacer contacto visual constantemente, algo que le resultaba doloroso. Después de meses de sesiones, empezó a reaccionar con ansiedad solo al ver la puerta de la clínica.

3. Bullying o exclusión social

Los niños autistas pueden ser el blanco de burlas o exclusión debido a sus diferencias. Si esto se convierte en una experiencia cotidiana, el sentimiento de inseguridad puede llevar al TEPT.

Ejemplo: Álvaro tiene 8 años y su manera de hablar es diferente a la de sus compañeros. Durante meses soportó las risas y los comentarios hasta que un día rompió a llorar en clase. Ahora evita el patio de recreo porque teme volver a vivir esa situación.

4. Hospitalizaciones o procedimientos médicos invasivos

La falta de preparación y adaptación en entornos médicos puede resultar muy traumática para un niño autista, especialmente si no comprende lo que está pasando.

Ejemplo: Marta tuvo que someterse a una resonancia magnética. El ruido y la sensación de inmovilidad la aterrorizaron. Ahora, cada vez que visita el hospital, comienza a llorar y se niega a entrar.

5. Cambio brusco de rutina o entorno

Los cambios sin previo aviso pueden generar un impacto emocional muy grande. Cuando un niño siente que su rutina segura se rompe de manera abrupta, el estrés puede ser abrumador.

Ejemplo: Manuel tenía su escuela como lugar seguro. Cuando la familia se mudó de ciudad, perdió ese espacio conocido y empezó a sufrir episodios de ansiedad cada mañana antes de ir al nuevo colegio.

Cómo podemos evitarlo

  • Preparación previa: Antes de un evento potencialmente estresante, anticipar la situación con imágenes, cuentos o explicaciones sencillas.
  • Entorno seguro: Asegúrate de que el niño tenga un objeto de confort y un espacio tranquilo al que pueda acudir cuando lo necesite.
  • Terapias respetuosas: Elige intervenciones centradas en el niño, que respeten su ritmo y su manera de expresarse.
  • Escucha activa: Pregunta cómo se siente y valida sus emociones, incluso si parecen exageradas desde una perspectiva neurotípica.
  • Apoyo emocional: Acompañarlo cuando muestra miedo, sin minimizar lo que siente.

¿Cómo saber si tu hijo está pasando por TEPT?

Algunos signos pueden incluir:

  • Evitación de ciertos lugares o personas.
  • Aumento de la ansiedad o respuestas de sobresalto.
  • Dificultad para dormir o pesadillas recurrentes.
  • Colapsos emocionales cuando algo recuerda el trauma.
  • Comportamientos repetitivos como mecanismo de autorregulación.

Reflexión final

Reconocer que el TEPT también puede estar presente en niños autistas es el primer paso para acompañarlos mejor. No es que sean más frágiles, sino que su manera de percibir el mundo puede hacer que algunas experiencias sean demasiado intensas o difíciles de procesar.

Ofrecerles un entorno seguro, anticipar cambios y validar sus emociones puede marcar la diferencia en su bienestar.

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Bibliografía

– Prizant, B. M., & Fields-Meyer, T. (2015). «Uniquely Human: A Different Way of Seeing Autism». Simon & Schuster.

– Attwood, T. (2008). «The Complete Guide to Asperger’s Syndrome». Jessica Kingsley Publishers.

Susana Ariza Cantero
Divulgadora de autismo, Fundadora de Vivir el Autismo
susana@vivirelautismo.com
www.vivirelautismo.com


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