Seguramente alguna vez lo has pensado, aunque sea en voz baja:
«¿Estoy haciendo bien? ¿Debería empujarlo más? ¿Y si no aprende lo que necesita para la vida?”
Vivimos en una sociedad que premia la obediencia, la adaptación rápida, el silencio, la conformidad. Y cuando tienes un hijo autista, todo eso parece ponerse en duda.
Y sí, se pone en duda. Porque educar a un niño autista no es moldearlo para que encaje. Es comprenderlo para que florezca en su forma de ser.
🔨 Moldear es romper
Moldear implica tener un modelo previo, una forma “correcta” de ser. Significa que el niño debe cambiar para cumplir con ciertas expectativas sociales, aunque eso le cause sufrimiento.
Frases como:
👉 “Tiene que aprender a portarse como los demás”
👉 “Si no obedece, ¿cómo va a funcionar en el futuro?”
👉 “Tienes que endurecerte como madre, o te va a dominar”
Todas parten de lo mismo: la idea de que el niño debe adaptarse al entorno cueste lo que cueste. Y esa idea, cuando hablamos de autismo, es peligrosa. Porque parte del desconocimiento, no de la comprensión.
🌱 Educar es acompañar, no controlar
Educar desde el respeto no significa que todo vale, ni que no haya límites. Significa que los límites se ponen desde la conexión, no desde el miedo. Que se busca el porqué de una conducta, no la eliminación automática. Que se prioriza el vínculo, no la obediencia.
Cuando un niño se siente seguro, comprendido y validado, no necesita ser forzado a obedecer: coopera de forma natural.
💡 ¿Y qué pasa si no hace caso?
En el caso del autismo, lo que parece desobediencia muchas veces es:
- Sobrecarga sensorial.
- Confusión ante lo que se espera.
- Dificultad para procesar una orden compleja.
- Necesidad de controlar algo para calmar la ansiedad.
- O simplemente, una reacción lógica desde su forma de entender el mundo.
No es que no quiera. Es que no puede… todavía.
Y si puede, lo hará a su manera. No a la tuya. Y está bien.
👩👦 Acompañar desde la comprensión
Acompañar no es moldear. Es observar, escuchar, traducir.
Es preguntarte: ¿qué necesita?, en lugar de ¿cómo lo corrijo?
Es saber que tu hijo no necesita que lo endurezcas. Necesita que lo abraces incluso cuando el mundo lo rechace. Que seas su intérprete, su refugio, su guía. No su juez.
Y eso, madre, eso también es educar.
Quizás no como nos enseñaron… pero sí como ellos lo necesitan.
✨ Frase para llevarte hoy
«Educar no es moldear. Es respetar la forma única que cada niño tiene de ser y crecer.»
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Bibliografía:
- Milton, D. (2012). “On the ontological status of autism: the ‘double empathy problem’”.
- Vermeulen, P. (2015). Autismo: de la comprensión teórica a la intervención práctica.
- Barry Prizant (2015). Uniquely Human: A Different Way of Seeing Autism.
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