Mutismo selectivo: cuando los niños sí quieren hablar, pero no pueden

“En casa habla sin parar, pero en el cole no dice una palabra”. ¿Te suena?

¿Por qué mi hijo habla conmigo, pero se queda en silencio en clase? ¿Por qué no contesta cuando otros le preguntan, aunque yo sé que sí sabe? ¿Por qué no dice ni una palabra en ciertos sitios, pero en casa no para de hablar?

Estas son preguntas que muchas familias se hacen cuando se enfrentan a un fenómeno poco comprendido: el mutismo selectivo. Y la primera clave es esta:

No es que el niño no quiera hablar. Es que no puede.

¿Qué es el mutismo selectivo?

El mutismo selectivo es un trastorno de ansiedad que impide a algunos niños hablar en determinados contextos sociales, aunque sí sean capaces de hacerlo en otros entornos donde se sienten seguros.

No es un problema del lenguaje. No es una elección. Y desde luego, no es una forma de llamar la atención.

En la mayoría de los casos, estos niños se expresan con normalidad en casa o con personas de mucha confianza, pero quedan paralizados en ambientes escolares, sociales o con figuras de autoridad. La ansiedad les bloquea.

¿Puede estar presente en niños autistas?

Sí. Aunque el mutismo selectivo no es exclusivo del autismo, puede aparecer en algunos perfiles autistas, sobre todo en niños con alta sensibilidad, ansiedad social o que han tenido malas experiencias en el entorno escolar.

En estos casos, el silencio no es rebeldía. Es un mecanismo de protección. El niño no está desafiando. Está sobreviviendo.

Ejemplos reales

• Martina, 5 años: En casa canta, inventa historias y juega con sus peluches. Pero en el cole, no ha dicho una palabra en todo el curso. Solo asiente o niega con la cabeza.
• Lucas, 7 años: Habla solo con su madre. En el parque, si alguien le pregunta algo, se pone rígido y baja la mirada. Su familia pensaba que era timidez, hasta que notaron que no era capaz ni de pedir agua.
• Javi, 8 años: Tiene diagnóstico de autismo. En contextos donde se siente seguro, usa frases completas. En la escuela, apenas emite sonidos y responde con gestos. Su profesora pensaba que no entendía, pero su madre sabía que sí.

Errores comunes y mitos que hay que desmontar

• “Está haciendo un capricho.” Falso. El mutismo selectivo no es una conducta voluntaria.
• “Es solo timidez.” No. Es ansiedad severa. La diferencia está en el bloqueo total que experimentan.
• “Hay que obligarlo a hablar.” Grave error. Presionar solo agrava el problema. Lo que el niño necesita es seguridad, no empujones.
• “Ya se le pasará.” Esperar sin intervenir puede cronificar el bloqueo. Es importante actuar, pero desde la comprensión.

¿Qué hacer en casa?

• No lo presiones. Que no hable en ciertos lugares no significa que no esté escuchando. No lo pongas en el centro ni lo obligues a hablar “para que te oigan”.
• Valida su esfuerzo. Puedes decir: “Sé que a veces es muy difícil hablar delante de otros, y está bien. Estoy orgullosa de ti.”
• Usa otros medios de comunicación. Dibujo, escritura, pictogramas, gestos. Todo cuenta.
• Crea puentes. Ayúdale a conectar con otras personas poco a poco, sin forzar. Empieza por espacios tranquilos y con adultos sensibles.

¿Y en el cole?

• Nunca obligar a hablar. El objetivo no es que hable, sino que se sienta seguro.
• Darle tiempo y espacio. Puede que al principio solo se comunique con gestos o dibujos. Está bien. El lenguaje oral llegará si se siente respetado.
• No hablar de su mutismo delante de él. Lo hace sentir observado o etiquetado.
• Coordinarse con la familia. Nadie mejor que sus padres para explicar cómo se comunica el niño y qué estrategias pueden funcionar.

Lo que estos niños necesitan es comprensión, no presión. Confianza, no juicios. Y sobre todo, tiempo.

Su silencio no es vacío. Está lleno de emociones. De miedo. De deseo de pertenecer, pero sin saber cómo. Acompañarlos es ayudarlos a sentirse seguros… para que su voz, cuando llegue, sea una decisión, no una exigencia.

Si conoces a alguien que vive esto con su hijo o hija, comparte este post. La información puede ser un alivio inmenso.

Espero que este post te haya ayudado. Si necesitas más ayuda, visita mi web: www.vivirelautismo.com