Vivir el Autismo

“Cuando entiendes a tu hijo, el autismo deja de ser un problema. Solo necesitas que alguien te muestre otra manera de mirar.”

Distorsiones cognitivas en el autismo: cuando el pensamiento juega en contra

Las distorsiones cognitivas son patrones de pensamiento que pueden llevar a interpretaciones inexactas o negativas de la realidad. Todas las personas pueden experimentarlas en algún momento, pero en el autismo pueden ser más frecuentes e intensas debido a diferencias en el procesamiento de la información, la rigidez cognitiva y la interpretación literal de situaciones.

Estos patrones pueden influir en la forma en que una persona autista interpreta lo que le ocurre, generando frustración, ansiedad o baja autoestima. A continuación, te explico algunas de las más comunes con ejemplos concretos:

1️⃣ Pensamiento todo o nada (blanco o negro)

Este tipo de pensamiento implica ver las cosas en términos absolutos: algo es bueno o malo, correcto o incorrecto, sin matices intermedios.

En el autismo, esta tendencia puede estar relacionada con la rigidez cognitiva, es decir, la dificultad para cambiar de perspectiva o considerar múltiples opciones. Muchas personas autistas buscan coherencia y reglas claras para entender el mundo. Sin embargo, cuando las situaciones son ambiguas o no encajan en sus expectativas, pueden generar una gran frustración.

Esto también se refleja en la autoexigencia: un pequeño error puede hacerles sentir que han fallado por completo.

🔹 Ejemplo: Un niño autista que en un examen responde mal a una sola pregunta puede pensar: “Si no lo hago perfecto, soy un fracaso”, en lugar de valorar que el resto del examen estuvo bien.

🔹 Ejemplo: Un adulto autista que sigue un código moral muy firme puede tener dificultades cuando ve que otras personas no siguen las reglas con la misma rigurosidad. Puede interpretar cualquier pequeño desvío como una falta de ética absoluta, sin considerar el contexto.

🔹 Ejemplo: Un adolescente autista que quiere aprender a tocar la guitarra y no logra hacerlo bien en su primer intento puede asumir que “nunca podrá hacerlo”, en lugar de reconocer que aprender algo nuevo lleva tiempo.

2️⃣ Sobregeneralización

Esta distorsión ocurre cuando se toma una única experiencia negativa y se convierte en una regla general aplicable a todas las situaciones similares.

En el autismo, la sobregeneralización puede estar relacionada con la dificultad para identificar variaciones en una misma experiencia. Si algo malo ocurre una vez, se puede asumir que siempre será así, lo que puede llevar a evitar ciertas situaciones por miedo al fracaso o al rechazo.

🔹 Ejemplo: Si un niño autista intenta hablar con un compañero y este no le responde bien, puede pensar: “Nadie quiere ser mi amigo” y evitar futuras interacciones.

🔹 Ejemplo: Un adolescente autista que tuvo una mala experiencia en una entrevista de trabajo puede asumir que nunca conseguirá empleo y dejar de intentarlo.

🔹 Ejemplo: Un adulto autista que recibe una mala crítica en un proyecto puede creer que nunca podrá hacer bien su trabajo, aunque haya tenido muchos otros éxitos en el pasado.

3️⃣ Filtro mental (sesgo de confirmación negativo)

Se centra solo en los aspectos negativos de una situación, ignorando los positivos.

En el autismo, esto puede estar influenciado por una mayor sensibilidad emocional y una memoria detallada que hace que los eventos negativos se queden más grabados. También puede haber dificultades para integrar información contradictoria: si algo malo ocurre, todo lo demás puede quedar eclipsado.

🔹 Ejemplo: Una persona autista que recibe varios comentarios positivos y uno negativo sobre su trabajo puede enfocarse solo en la crítica y pensar que su desempeño es malo.

🔹 Ejemplo: Si un niño autista juega en el parque y un niño le dice algo que no le gusta, puede olvidar que otros sí fueron amables y centrarse solo en la mala experiencia.

🔹 Ejemplo: Un joven autista que ha tenido un buen día en la escuela pero se ha olvidado un libro en casa puede sentir que todo el día ha sido un desastre.

4️⃣ Lectura de pensamiento

Se asume que los demás piensan algo negativo sin tener pruebas reales de ello.

En el autismo, esto puede estar relacionado con la dificultad para interpretar señales sociales sutiles y con experiencias previas de rechazo. Como resultado, la persona puede interpretar ciertos gestos o silencios como signos de desaprobación, aunque no haya evidencia clara.

🔹 Ejemplo: Un joven autista que ve a dos compañeros riéndose puede pensar: “Seguro que se están burlando de mí”, aunque en realidad no tenga ninguna evidencia de ello.

🔹 Ejemplo: Una niña autista que no recibe respuesta inmediata a un mensaje puede creer que su amiga está enfadada con ella, aunque simplemente esté ocupada.

🔹 Ejemplo: Un adulto autista que recibe una respuesta breve en un correo electrónico de su jefe puede asumir que hizo algo mal, cuando en realidad su jefe simplemente tenía prisa.

5️⃣ Catastrofización

Se imagina siempre el peor escenario posible, incluso si no hay razones objetivas para ello.

En el autismo, esta distorsión puede estar relacionada con la ansiedad y la tendencia a anticipar dificultades para sentirse preparados. Sin embargo, cuando este pensamiento se vuelve recurrente, puede generar un alto nivel de estrés y evitar que la persona disfrute del presente.

🔹 Ejemplo: Un niño autista que pierde su lápiz puede pensar: “Es un desastre, no podré hacer los deberes, me castigarán y todo irá mal”.

🔹 Ejemplo: Un adulto autista que llega unos minutos tarde a una cita puede pensar que la otra persona se molestará tanto que nunca más querrá verle.

🔹 Ejemplo: Un adolescente autista que tiene que hacer una presentación en clase puede asumir que lo hará fatal, que todos se reirán de él y que nunca podrá enfrentarse a una situación similar.

¿Cómo gestionar estas distorsiones cognitivas?

 Identificarlas: Ayudar a la persona a reconocer estos pensamientos y ponerles nombre.

 Cuestionarlas: Preguntar “¿Tengo pruebas reales de que esto es así?” o “¿Podría haber otra explicación?”

 Flexibilizar el pensamiento: Mostrar alternativas y matices, ayudando a ver la situación desde distintos ángulos.

 Apoyarse en ejemplos concretos: Recordar experiencias pasadas donde las cosas no fueron tan negativas como parecían.

Las distorsiones cognitivas pueden influir en la autoestima, la ansiedad y la forma en que una persona autista se relaciona con el mundo. Con apoyo y estrategias adecuadas, es posible aprender a manejarlas y reinterpretar la realidad de una manera más equilibrada.

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