Caminar de puntillas es algo relativamente común en algunos niños autistas. Aunque pueda preocupar a muchas familias, es importante saber que sus causas pueden ser variadas y no siempre indican un problema grave. A continuación, exploramos algunas de las razones detrás de este comportamiento y posibles formas de abordarlo.
Causas posibles:
- Hábito adquirido: A veces, lo que comenzó como una preferencia puede volverse una costumbre. Es posible que el niño simplemente haya encontrado cómodo caminar de puntillas y lo mantenga con el tiempo.
- Búsqueda de estimulación propioceptiva: La propiocepción es la percepción del cuerpo en el espacio. Algunos niños pueden caminar de puntillas porque les proporciona una mayor sensación en los músculos y articulaciones, mejorando su conciencia corporal.
- Búsqueda de estimulación sensorial: La sensación de caminar de puntillas puede resultar interesante, agradable o incluso calmante para algunos niños, especialmente cuando necesitan regular su estado emocional.
- Sensibilidad sensorial: El contacto directo con el suelo puede resultar incómodo o incluso doloroso para algunos niños autistas, especialmente si tienen hipersensibilidad táctil.
- Evitación del contacto con el suelo: En algunos casos, caminar de puntillas reduce la superficie de contacto del pie con el suelo, lo que puede ser una estrategia para evitar una sensación que el niño percibe como molesta.
- Problemas de integración visual-vestibular: Algunos niños pueden tener dificultades en la coordinación entre la vista y el equilibrio, lo que puede contribuir a patrones de marcha inusuales como caminar de puntillas.
Posibles soluciones:
- Evaluación profesional: Si el caminar de puntillas persiste más allá de los 3-4 años o interfiere con el desarrollo motriz, es recomendable consultar con un terapeuta ocupacional o un fisioterapeuta especializado.
- Alternativas sensoriales: Proporcionar juguetes o materiales que ofrezcan estimulación propioceptiva, como almohadas de equilibrio o colchonetas de suelo.
- Ejercicios de estiramiento: Incluir actividades que fortalezcan y estiren los músculos de las piernas y los pies, como caminar descalzo en superficies con diferentes texturas.
- Juego dirigido: Incorporar actividades que involucren caminar de talones o apoyar todo el pie, como juegos de equilibrio o circuitos sensoriales.
- Soporte emocional: Validar la experiencia del niño y ofrecerle opciones para moverse cómodamente sin juzgar su forma de caminar.
Conclusión:
Cada niño es único, y no siempre hay una causa clara para el caminar de puntillas. Si notas que persiste o genera incomodidad, consultar con un profesional puede ayudar a identificar el origen y proponer estrategias concretas.
Si necesitas más apoyo personalizado, puedes solicitar una sesión gratuita haciendo clic en el botón de abajo.
Bibliografía:
– Ayres, A. J. (2005). Integración sensorial y autismo. Los fundamentos de la Terapia de Integración Sensorial.
– Grandin, T. (2013). El cerebro autista: Pensando en imágenes.
Espero que este post te haya ayudado. Si necesitas más apoyo, visita mi web: www.vivirelautismo.com
Susana Ariza Cantero
Divulgadora de Autismo
Fundadora de Vivir el Autismo
susana@vivirelautismo.com
#autismo #caminardepuntillas #neurodiversidad #regulacionsensorial
Deja una respuesta