Los bucles de pensamiento son una de las experiencias más agotadoras en la mente autista. El niño se queda atrapado en una idea que se repite una y otra vez, como un disco rayado. Y cuanto más intentamos decirle “ya está, deja de pensar en eso”, más se engancha. La clave no es forzar a salir del bucle, sino ofrecer una salida alternativa.

Por qué no funciona decir “para ya”

Cuando el cerebro está en bucle, la ansiedad está alta. Cualquier orden directa (“ya basta”) se percibe como amenaza, y en vez de cortar el bucle, lo refuerza. El niño no siente que tiene control, y eso aumenta la obsesión.

Estrategias para cortar un bucle

• Nombrar y validar: “Veo que tu cabeza sigue con esa idea, debe ser agotador”.
• Ofrecer un desvío: proponer una acción física sencilla (beber agua, dar un paseo corto, apretar una pelota).
• Dar un tiempo acotado: “piensa en esto 5 minutos más, y luego lo guardamos en la caja de mañana”.
• Escribirlo o dibujarlo: poner la idea en papel para que “salga de la cabeza”.
• Usar un ancla sensorial: olor agradable, música suave, un objeto de calma que interrumpa el flujo mental.

Ejemplo práctico

Tu hijo repite una y otra vez que “mañana el examen va a salir mal”. En vez de decirle “no digas tonterías”, puedes responder: “Entiendo que te preocupe. Vamos a escribir tres cosas que sí sabes del examen. Luego las pegamos en la pared y cuando la cabeza vuelva al bucle, miramos la lista.”

Checklist de apoyo

• ❏ No discutir contra la idea obsesiva (refuerza el bucle).
• ❏ Proponer acciones físicas cortas que cambien el foco.
• ❏ Usar apoyos visuales para “sacar” la idea de la mente.
• ❏ Validar siempre la dificultad, sin ridiculizar.
• ❏ Aceptar que no se corta de inmediato: el desvío es progresivo.

Plan de 5 pasos

1. Reconocer: “parece que estás en bucle”.
2. Validar: “entiendo que tu mente no quiera soltarlo”.
3. Ofrecer un desvío: acción física o visual.
4. Reforzar: celebrar el esfuerzo de probar la salida.
5. Repetir: ensayar cada vez para que se vuelva hábito.