El juego es el lenguaje natural de los niños. A través de él, exploran, se regulan y conectan con los demás. Cuando lo usamos de forma consciente, no solo entretenemos: también damos seguridad y trabajamos la integración sensorial de manera natural.

¿Por qué juegos sensoriales en familia?

Muchas veces pensamos en terapia como algo que ocurre en una sala con un profesional. Pero en realidad, el juego diario en casa es la mejor gimnasia sensorial. Un niño que juega a saltar en el sofá, soplar pompas o esconderse bajo una manta, no solo se divierte: también entrena sus sentidos y aprende a regular su cuerpo.

Además, cuando madres y padres se implican, el juego se convierte en un puente de vínculo: nos reímos juntos, bajamos tensiones y descubrimos qué le ayuda a sentirse bien.

Banco de 20 juegos sensoriales

He preparado un PDF descargable con 20 juegos fáciles, low-cost y aplicables en casa. Están organizados por sentidos para que puedas elegir según la necesidad del momento:

• Tacto: desde la caja misteriosa hasta caminar descalzos por texturas.
• Vista: juegos de linternas, frascos de calma y búsquedas de colores.
• Oído: eco de sonidos, caja de ruidos e instrumentos caseros.
• Olfato y gusto: catas a ciegas, memoria de olores, limonada casera.
• Propiocepción y vestibular: arrastres en manta, carreras de saco, yoga en familia.
• Interocepción y calma: soplar pompas, respiración con plumas, rincón sensorial.

Descargable de hoy

📄 Descargar: 20 juegos sensoriales en familia

Cómo usarlos

No hace falta hacer los 20 juegos seguidos. Elige 2 o 3 según el momento del día y la energía de tu hijo. Por ejemplo:

• Después del cole → juegos de descarga: arrastres, saltos, yoga de animales.
• Antes de dormir → juegos de calma: soplar pompas, rincón sensorial, frasco de calma.
• En familia → juegos de vínculo: linternas, caja misteriosa, limonada casera.

Recuerda: el mejor juego es el que compartís con alegría y sin presión. No es un examen, es un momento de conexión.