Hay días en los que sentimos que en casa solo hacemos una cosa: apagar fuegos. Un ruido de más, un cambio de plan, una textura incómoda, una etiqueta que rasca… y de repente todo se desborda. Y claro, nos quedamos con la sensación de que vivimos a la defensiva.

Muchas veces nadie nos explica algo básico: los niños y niñas autistas no se desregulan “porque sí”, sino porque su cuerpo y sus sentidos están intentando sobrevivir a un entorno que les resulta demasiado intenso, imprevisible o agotador.

Por eso, en el Mes de la Felicidad Autista, el Día 9 lo dedicamos a una herramienta sencilla y muy potente: la Caja de Buenas Sensaciones.

¿Qué es una Caja de Buenas Sensaciones?

No es un “premio”, ni un sistema de puntos, ni una caja de refuerzos para que “se porte mejor”. Es justo lo contrario: un espacio físico donde vive lo que le ayuda a regularse, calmarse y sentirse seguro.

Puede ser una caja, un cesto, una bolsa bonita, un cajón… lo que tengáis en casa. Lo importante no es el continente, sino que dentro haya cosas que:

• le den calma cuando está nervioso o nerviosa,
• le ayuden a bajar la intensidad después del cole o de una salida,
• le sirvan de refugio sensorial cuando el mundo se hace demasiado ruidoso.

Y sobre todo, que la caja tenga un significado muy claro: “aquí están tus recursos para cuidarte cuando lo necesites”.

Descargable del Día 9: diseñar vuestra propia caja

Para que no tengas que empezar de cero, he preparado un imprimible en horizontal con ocho apartados que te guiarán paso a paso para crear vuestra Caja de Buenas Sensaciones en familia.

Puedes descargarlo aquí:

👉 Descargar “Caja de Buenas Sensaciones” (PDF)

Mi recomendación es rellenarlo con calma, quizá en varios días, observando a tu hijo o hija y tomando nota de lo que realmente le ayuda, no de lo que “debería” ayudarle según los demás.

Los 8 apartados del imprimible (y cómo rellenarlos)

1. Objetos que le dan calma

Aquí van aquellas cosas que puede sostener, apretar o abrazar cuando está muy cargado:

• peluches muy usados,
• manta pesada,
• cojines, bolsitas de arroz,
• muñecos o figuras que le dan seguridad.

Piensa en qué busca con las manos cuando se siente mal.

2. Texturas que le gustan tocar

Algunas personas autistas buscan lo suave, otras lo rugoso, otras lo frío:

• bolas antiestrés,
• telas suaves o de pelito,
• slime o masillas,
• bloques, piezas, piedras lisas…

No hace falta que sean juguetes caros: importa que su cuerpo diga “esto me sienta bien”.

3. Sonidos o músicas que le relajan

Puede ser ruido blanco, el sonido de un ventilador, la lluvia, o esa canción que se sabe de memoria. Puedes anotar:

• listas de reproducción,
• audios que ya tengas descargados,
• pequeños instrumentos tranquilos (no estridentes),
• apps que usáis para escuchar sonido relajante.

La idea no es llenar la caja de altavoces, sino saber a qué recurrir cuando su sistema auditivo necesita un respiro.

4. Olores agradables o neutros

Aquí muchas familias se sorprenden: a veces lo que calma es precisamente no tener olor. Otras veces, un olor muy concreto:

• una crema de manos suave,
• un jabón con olor conocido,
• un saquito con lavanda muy discreta,
• o simplemente asegurarse de que la caja no huele a nada fuerte.

Lo importante es evitar olores que saturen y cuidar los que le resultan agradables.

5. Cosas pequeñas que le hacen sonreír

Son esos objetos que no entiendes muy bien por qué le encantan, pero le iluminan la cara:

• una figura concreta,
• una foto,
• una tarjeta, una piedra, una tarjeta de transporte,
• cualquier cosa que tenga valor especial para él o ella.

Esta parte conecta la caja no solo con la calma, sino con la alegría.

6. Elementos para regular el cuerpo (propriocepción y movimiento)

Aquí entran cosas que ayudan al cuerpo a “recolocarse”:

• pelotas para apretar o lanzar contra la pared de forma controlada,
• cuerdas para tirar,
• objetos pesados que pueda mover de un lado a otro,
• bandas elásticas o similar.

No todo tiene que estar físicamente dentro de la caja; también puedes anotar ideas de movimientos o actividades rápidas que funcionan como “mini pausa reguladora”.

7. Objetos que ayudan en momentos difíciles

Aquí pensamos en situaciones de rabia, miedo, ansiedad, cambios de rutina, esperas largas… Cosas que puedan acompañarle cuando la situación es especialmente complicada:

• un juguete muy conocido para ir a visitas médicas,
• un objeto que pueda llevar al coche,
• un pictograma o tarjeta que le explique qué viene después,
• un pequeño cuaderno con dibujos o mensajes tranquilos.

No es una solución mágica, pero ayuda a que no se enfrente vacío de recursos.

8. Normas familiares para usar la caja

La caja no es un premio ni un castigo, así que es importante escribir vuestras propias reglas, por ejemplo:

• “La caja está siempre disponible cuando la necesites para estar mejor”.
• “No hace falta pedir permiso para usarla, pero la cuidamos entre todos”.
• “Podemos cambiar cosas cuando ya no te sirvan y buscar otras nuevas”.

Estas normas convierten la caja en un símbolo claro: “tu bienestar importa, y vamos a cuidarlo”.

Cómo integrar la Caja de Buenas Sensaciones en el día a día

Algunas ideas prácticas:

• Colocarla siempre en el mismo sitio, visible y accesible.
• Usarla de forma preventiva, no solo cuando ya hay crisis.
• Ir revisando el contenido cada cierto tiempo: lo que hoy funciona, mañana puede cambiar.
• Hablar de la caja también con el cole o con otros cuidadores, para que respeten su sentido.

No se trata de que la caja “solucione” todo, sino de que sea una herramienta más dentro de vuestro mapa de felicidad autista.

Para cerrar el Día 9…

La Caja de Buenas Sensaciones es una forma muy simple de decirle a tu hijo o hija: “cuando el mundo te abruma, tienes derecho a cuidar de ti y yo voy a ayudarte a hacerlo”.

Hoy te propongo algo concreto: descarga el imprimible, empieza por un solo apartado y probad juntos a montar vuestra caja. No tiene que quedar perfecta; tiene que ser suya.

💛♾️ Si te apetece, cuéntame en comentarios qué objeto o detalle sensorial has descubierto que le ayuda más a tu hijo o hija. A muchas otras familias les puede dar ideas.

Bibliografía

• Patil O, et al. (2023). Sensory Processing Differences in Individuals With Autism. Disponible en: Disponible aquí.
• Costa-López B, et al. (2021). Relationship between Sensory Processing and Quality of Life. Disponible en: Disponible aquí.
• Tedla JS, et al. (2024). Quality of Life in Children with Autism: Contributing Factors. Frontiers in Psychiatry. Disponible aquí.
• Harrold A, et al. (2024). The association between sensory processing and stress in the daily lives of autistic adults. Disponible aquí.
• National Autistic Society. (2024). Autism and Sensory Processing. Disponible aquí.