¿Cuántas veces has pensado “si me hubiera avisado antes, lo habríamos evitado”? Tu hijo aguanta el ruido, los cambios, las demandas… hasta que de repente explota. Desde fuera parece que “la crisis sale de la nada”, pero por dentro llevaba tiempo sobrepasado.

En muchos niños autistas el problema no es que no necesiten ayuda, es que no tienen herramientas para pedirla a tiempo. En este Día 29 del Mes de la Comunicación Autista vamos a trabajar justo eso: guiones visuales para pedir ayuda, descanso y calma, antes de que el vaso se desborde.

1. Por qué pedir ayuda puede ser tan difícil para un niño autista

Desde fuera pedir ayuda parece sencillo: “si lo pasa mal, que lo diga”. Pero en la práctica, para muchos niños autistas es una tarea compleja por varias razones:

• Procesamiento lento o diferente: cuando se dan cuenta de que algo les está superando, ya van tarde y solo sienten “malestar” mezclado, sin saber qué pasa exactamente.
• Dificultades para identificar lo que sienten (interocepción, alexitimia): notan que están raros, cansados o nerviosos, pero no encuentran las palabras.
• Miedo a molestar o a que se enfaden: si cada vez que han dicho “no puedo” se han encontrado con presión, sermones o castigos, aprenden a callar.
• Demasiadas exigencias al mismo tiempo: cuando el entorno va rápido (cole, extraescolares, compras…) no tienen espacio mental para pararse y decir “necesito un descanso”.

Si a todo eso sumamos que la comunicación oral suele ser el único canal válido para muchos adultos, tenemos la receta perfecta para llegar al meltdown. Por eso los apoyos visuales y los guiones pueden marcar tanta diferencia.

2. Qué son los guiones visuales y por qué ayudan tanto

Cuando hablamos de guiones visuales nos referimos a pequeñas ayudas (tarjetas, pictogramas, tiras de cómic, mini historias, botones en el comunicador) que muestran qué puede decir el niño en una situación concreta.

No son solo “dibujos bonitos”. La investigación sobre apoyos visuales en autismo ha mostrado que:

• Ayudan a muchas personas autistas a entender mejor qué opciones tienen y qué va a pasar después.
• Reducen la ansiedad porque hacen visible y estable la información que de otra forma solo se da de palabra.
• Facilitan que puedan pedir ayuda, hacer preguntas o expresar necesidades con más independencia.

Da igual si tu hijo habla, usa CAA o mezcla varias formas: un guion visual es como un recordatorio externo de que “puedo decir esto, tengo permiso para pedirlo”.

3. Tres guiones clave: ayuda, descanso y calma

Vamos a centrarnos en tres necesidades básicas que suelen estar detrás de muchas crisis:

• Pedir ayuda (cuando algo no lo entiende o no puede solo).
• Pedir descanso (cuando el entorno, la tarea o el ruido le superan).
• Pedir calma (cuando necesita retirarse, bajar estímulos o cambiar de actividad).

La idea es que, poco a poco, tu hijo pueda usar estas frases antes de llegar al límite. Vamos a ver cómo traducir cada una en guiones visuales concretos.

4. Guiones visuales para “necesito ayuda”

Primer objetivo: que tu hijo tenga una forma rápida y clara de pedir ayuda cuando algo no le sale, no lo entiende o le bloquea.

4.1. Qué puede decir el guion

Puedes usar pictos, fotos reales o palabras. Algunos ejemplos:

• “Ayuda, por favor”.
• “No entiendo”.
• “Enséñame otra vez”.
• “Hazlo conmigo”.

En el comunicador, estas frases pueden estar en una carpeta fija de “Ayuda”. En papel, puedes tener tarjetas con el dibujo de una mano levantada o un símbolo de “?” para que pueda señalar.

4.2. Cómo practicarlo

• Ensayad primero en momentos tranquilos, jugando: tú haces ver que no entiendes algo y usas el pictograma de “ayuda”. Luego le animas a hacerlo él o ella.
• Cuando estéis haciendo deberes, un puzle o cualquier tarea, recuerda de vez en cuando: “si algo es difícil puedes usar tu tarjeta de ‘ayuda’ o el botón de ‘no entiendo’”.
• En el cole, pide que el guion visual esté también en la mesa o en el comunicador, y que el profesorado responda de forma positiva cuando lo use.

5. Guiones visuales para “necesito descanso”

Muchas veces el meltdown no viene por una sola cosa, sino por acumulación de cansancio y sobrecarga. Tener un guion para pedir descanso es casi un salvavidas.

5.1. Frases y pictos útiles

Algunas ideas:

• “Quiero descanso”.
• “Necesito parar”.
• “Demasiado ruido”.
• “Necesito ir a un lugar tranquilo”.

Visualmente puedes usar:

• Un pictograma de una cama, una nube, un niño sentado en un rincón tranquilo.
• Un semáforo de colores: verde = bien, amarillo = empiezo a agobiarme, rojo = necesito salir ya.
• Una tarjeta con la palabra “PAUSA” bien grande que pueda enseñar al adulto.

5.2. Acordar qué pasa cuando usa el guion

Tan importante como el pictograma es que el niño sepa qué ocurrirá si lo usa. Por ejemplo:

• En casa: cuando enseña “descanso”, puede ir a su rincón tranquilo 10–15 minutos sin demandas.
• En el cole: si muestra la tarjeta o pulsa el botón, el adulto le acompaña a un lugar acordado (biblioteca, pasillo tranquilo, aula de PT) o se reduce la demanda un rato.

Si pide descanso y la respuesta es “ahora no”, aprenderá que no sirve de nada comunicarlo. Siempre que se pueda, es mejor ajustar la situación para reforzar que expresar esa necesidad tiene sentido.

6. Guiones visuales para “necesito calma”

A veces no hace falta salir de la actividad, pero sí bajar la intensidad: menos ruido, menos gente, menos tarea, menos luz. Ahí entran los guiones de “calma”.

6.1. Qué puede incluir este guion

• “Más despacio”.
• “Uno a la vez” (cuando le hablan varios a la vez).
• “Habla más bajo”.
• “Baja la música”.
• “Quiero mis cascos”.

En visual puedes usar iconos de volumen, personas hablando más bajo, una tortuga para simbolizar ir despacio, o directamente fotos de sus cascos, manta de peso, juguete regulador, etc.

6.2. Practicarlo en situaciones reales

Puedes modelarlo así:

• Si notas que se tapa los oídos, sacas la tarjeta de “baja el volumen” y dices: “cuando hay mucho ruido podemos pedir ‘más bajito’”. Luego tú misma pides bajar el volumen, para que vea el efecto.
• Si la tarea va muy rápido, usas el pictograma de “más despacio” y lo dices en voz alta, enseñándole que también él puede hacerlo.

Cuanto más se vea que estos guiones funcionan en la práctica, más probabilidades hay de que los use de forma autónoma.

7. Cómo introducir los guiones visuales sin agobiar

No hace falta crear 50 tarjetas de golpe. De hecho, es mejor empezar con muy poca cosa y muy clara. Por ejemplo:

1. Elegir primero una sola frase clave (por ejemplo, “quiero descanso”).
2. Crear su pictograma o botón en el comunicador y enseñárselo en un momento tranquilo.
3. Practicar la escena varias veces jugando: tú haces de profe, él usa el pictograma, tú respondes bien.
4. Hablar con el cole para que respondan igual cuando lo use allí.

Cuando esa frase ya forme parte de su repertorio, podéis añadir otra (“necesito ayuda”, “más despacio”) y así sucesivamente.

8. Mensaje final: pedir no es ser débil, es tener voz

Para muchos niños autistas, aprender a decir “necesito ayuda”, “quiero descansar” o “esto me supera” es un antes y un después en su vida. No solo baja la cantidad de meltdowns: también sube la sensación de control y de respeto hacia su propio cuerpo.

Con los guiones visuales no buscamos que se adapten mejor al mundo tragando más de lo mismo. Buscamos que tengan voz para negociar con el entorno: para parar, para calmarse, para pedir cambios. Porque cuando un niño puede expresar sus límites, el problema deja de ser “su conducta” y pasa a ser una conversación: ¿qué necesita para estar mejor aquí?

Y ahí, madre, padre, es donde empieza de verdad la comunicación autista: cuando su “no puedo más” deja de ser un grito en forma de crisis y se convierte en un mensaje claro que el mundo está dispuesto a escuchar.

Bibliografía

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• Vanderbilt Kennedy Center (s.f.). Visual Supports and Autism Spectrum Disorders. Disponible en: vkc.vumc.org
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• Raising Children Network (2024). Visual supports for autistic children. Disponible en: raisingchildren.net.au
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