Muchas veces nos cuesta que nuestros hijos entiendan lo que queremos decirles cuando les pedimos “ser flexibles”. Y no es que no quieran, es que el concepto es demasiado abstracto. Aquí es donde las metáforas y los ejemplos de la vida cotidiana se convierten en herramientas poderosas.

Por qué funcionan las metáforas

El pensamiento autista tiende a ser literal y concreto. Las metáforas, cuando son claras y visuales, permiten traducir lo abstracto a imágenes fáciles de entender. No buscamos adornar, buscamos dar un ancla mental que ayude a comprender y recordar.

Metáforas útiles para la vida diaria

• Semáforo: verde = sigo, ámbar = pienso, rojo = paro. Útil para gestionar impulsos o cambios.
• Puente: cuando no puedo cruzar directo, busco un camino alternativo. Explica cómo adaptarse a un cambio de plan.
• Reloj de arena: todo tiene un tiempo, aunque parezca eterno, la arena baja poco a poco. Sirve para la paciencia.
• Olas del mar: las emociones suben y bajan, ninguna se queda para siempre. Ayuda a entender la regulación emocional.
• Bloques de Lego: hay muchas formas de construir, no una sola. Enseña que hay varias soluciones a un mismo problema.

Cómo introducirlas en casa

Lo importante no es soltar metáforas al azar, sino vivirlas juntos. Si hablamos de olas, podemos mirar un vídeo del mar. Si hablamos de Lego, construimos juntos. Cuanto más tangible, más efectiva será la imagen.

Ejemplo práctico

Tu hijo se frustra porque cambiasteis el plan del parque por la lluvia. Puedes decirle: “Hoy éramos como un tren en la vía principal, pero había obras. En vez de pararnos, cogimos una vía alternativa. No es la que pensábamos, pero también nos lleva a un sitio divertido.”

Con el tiempo, tu hijo empezará a usar esas imágenes por sí mismo: “mamá, hoy usé mi rama flexible” o “papá, hice como el semáforo y esperé”. Eso es señal de que la metáfora se ha convertido en un recurso interno.

Checklist de aplicación

• Elegir metáforas visuales y sencillas.
• Relacionarlas con experiencias que tu hijo ya conoce.
• Usar apoyo visual (dibujos, objetos, vídeos).
• Repetirlas en distintas situaciones para consolidarlas.
• Validar cuando tu hijo use la metáfora espontáneamente.