“¡Le hablo y no me contesta!”
“Lo llamo por su nombre, y ni se gira.”
“Le estoy explicando algo importante… y está en otra cosa.”
Este tipo de frases son comunes en familias con niños autistas. Y a menudo se interpretan como desobediencia, falta de atención, o incluso mala educación. Pero la verdad es muy distinta.
Si a tu hijo le hablas y parece que no escucha, no es que te esté ignorando. Es que su forma de procesar lo que le rodea es diferente. Y si no lo sabes, puedes acabar hiriéndolo sin querer.
No es falta de interés: es procesamiento diferente
Muchos niños autistas tienen lo que se llama procesamiento auditivo atípico. Esto significa que el sonido sí llega, pero el cerebro necesita más tiempo o más estructura para interpretarlo.
Otros tienen inercia cognitiva: les cuesta cambiar de foco. Si están concentrados en algo (un juego, un dibujo, un pensamiento), salir de ahí para escucharte es como despertar de un sueño profundo.
Y otros están sencillamente saturados. Cuando hay demasiada información alrededor (ruido, luces, voces, emociones…), su sistema nervioso filtra lo que puede. Y a veces, lo que queda fuera… eres tú.
Un ejemplo real
Una madre me contó que su hija parecía ignorarla a propósito cuando la llamaba desde la cocina. Se desesperaba. Hasta que un día, se acercó, la miró a los ojos, le tocó suavemente el brazo, y la niña dijo: “Ah, ¿me estabas hablando?”.
No era desinterés. Es que la voz desde la cocina no llegaba hasta su mente.
¿Qué puedes hacer para conectar mejor?
- Acércate físicamente. Baja a su nivel visual y ponte frente a él o ella.
- Usa el nombre con intención. Espera una pausa, dilo con calma, y espera la mirada o un gesto.
- Utiliza apoyos visuales o gestos. Señalar, mostrar una imagen o escribir una palabra puede ayudar a enfocar.
- Dale tiempo para responder. No repitas enseguida. Espera al menos 5-10 segundos.
- Evita llamarle mientras está absorto en otra cosa. En vez de interrumpir, conecta desde lo que está haciendo.
Metáfora: el muro de agua
Imagínate que estás buceando en una piscina profunda. Afuera alguien te habla. Lo oyes… pero todo suena borroso, lejano, lento.
Así es como algunas personas autistas viven el mundo cuando están sobreestimuladas o inmersas en su foco.
No te está ignorando. Está haciendo lo que puede.
Herramienta práctica: frases que sí llegan
- En vez de gritar desde lejos: “Voy a acercarme para hablar contigo.”
- En vez de repetir su nombre veinte veces: Di su nombre una vez y acércate con una caricia suave en el hombro.
- En vez de: “¡Contéstame ya!”: “Tómate tu tiempo, espero tu respuesta.”
- En vez de “¡Estás en tu mundo!”: “¿Estabas pensando en algo? Cuéntamelo cuando estés listo.”
La conexión no siempre empieza con palabras.
A veces empieza con calma, presencia y respeto.
¿Te gustaría compartir tu experiencia con otras madres que sí te entienden?
En mi grupo privado de Facebook “Familias que Viven el Autismo” encontrarás apoyo real, comprensión y herramientas prácticas cada semana.
Es un espacio seguro donde no estás sola y donde tu vivencia importa.
Solicita unirte aquí → www.facebook.com/groups/familiasquevivenelautismo
Espero que este post te haya ayudado. Si necesitas más ayuda, visita mi web:
www.vivirelautismo.com
Susana Ariza Cantero
Coach en Neurodiversidad – Fundadora de Vivir el Autismo – Divulgadora de autismo
Susana@vivirelautismo.com
Bibliografía recomendada
- Peter Vermeulen – “Pensamiento autista”.
- Daniel Millán – “Autismo y lenguaje”.
- Testimonios de adultos autistas en redes sociales.
¿Te gustó este post?
Dale like, compártelo, y suscríbete para recibir herramientas y reflexiones cada día.
Solo te tomará 2 minutos leerlas, pero pueden cambiar tu forma de ver el autismo para siempre.
Suscríbete aquí: https://vivirelautismo.com/suscribete-al-blog/
#autismo #procesamientoauditivo #neurodiversidad #inercia #padresautismo #familiasneurodivergentes #comunicacionrespetuosa
Deja una respuesta