Vivir el Autismo

“Cuando entiendes a tu hijo, el autismo deja de ser un problema. Solo necesitas que alguien te muestre otra manera de mirar.”

La Mochila de Rescate: Un Refugio Portátil para Momentos Difíciles

En el día a día de una persona autista, los estímulos del entorno pueden ser abrumadores. Luces brillantes, ruidos inesperados, multitudes, cambios de rutina… todo esto puede generar ansiedad, estrés o incluso crisis sensoriales.

Para ayudar a manejar estas situaciones, una de las mejores estrategias es llevar siempre una mochila de rescate. No es solo una bolsa con objetos, sino un recurso fundamental que proporciona seguridad, calma y regulación en cualquier momento y lugar.

¿Qué es una mochila de rescate y por qué es tan importante?

Es un kit personalizado con herramientas sensoriales, elementos de confort y objetos de apoyo emocional que pueden marcar la diferencia entre un momento de crisis y una salida exitosa.

Para muchas personas autistas, saber que tienen acceso a estos recursos les da seguridad, incluso si no llegan a necesitarlos. La simple presencia de la mochila ya es reconfortante.

¿Qué debería llevar una mochila de rescate?

Cada persona es diferente, por lo que el contenido debe adaptarse a sus necesidades. Aquí te dejo una lista de elementos útiles que puedes incluir:

1. Juguetes y herramientas sensoriales

Los objetos sensoriales ayudan a la autorregulación y pueden prevenir o reducir la sobrecarga sensorial.

• Pelotas antiestrés (blandas, con textura o rellenas de gel)

• Fidget spinners, cubos de inquietud o anillos giratorios

• Slime, plastilina o masas moldeables

• Cepillos o rodillos sensoriales

• Pulseras o collares mordedores

2. Elementos de confort

A veces, un objeto familiar y reconfortante puede marcar la diferencia.

• Un peluche pequeño o una manta suave

• Una sudadera con capucha o una bufanda grande para cubrirse

• Tapones para los oídos o auriculares con cancelación de ruido

• Gafas de sol o visera para reducir la sobrecarga visual

3. Apoyo emocional y comunicación

Para quienes tienen dificultades para expresar cómo se sienten en momentos de crisis, estos recursos pueden ser de gran ayuda:

• Tarjetas con pictogramas o un tablero de comunicación

• Un cuaderno o libreta para dibujar o escribir pensamientos

• Un objeto con un olor familiar (como un pañuelo con el aroma de casa)

• Un pequeño espejo para ayudar en la autorregulación y la conexión con uno mismo

4. Regulación sensorial mediante el olfato y el tacto

Algunas personas autistas encuentran en los olores y las texturas un gran apoyo para la autorregulación:

• Un roll-on de aceites esenciales con un aroma reconfortante

• Toallitas húmedas con un aroma familiar

• Un pequeño cojín o bolsita de semillas para presionar entre las manos

5. Snacks y agua

La alimentación y la hidratación también son clave en la regulación sensorial y emocional.

• Galletas, barritas de cereales o snacks favoritos

• Chicles o caramelos con diferentes texturas

• Frutas secas o frutos secos (siempre adaptados a la dieta y seguridad de la persona)

• Una botella de agua o bebida reconfortante

6. Herramientas para reducir la ansiedad

• Un libro, cuento o cómic favorito

• Aplicaciones o música relajante en nel móvil o tableta

• Un cronómetro o temporizador visual para estructurar el tiempo

• Un juguete de presión profunda, como una almohada con peso pequeño

• Fotos o imágenes de sus intereses

7. Objetos de distracción positiva

A veces, una distracción agradable puede ayudar a cambiar el foco de atención y evitar una crisis:

• Pegatinas con texturas o colores llamativos.

• Un spinner con luces suaves

• Un caleidoscopio pequeño o una bola de nieve

• Un mini rompecabezas o cubo de Rubik

Consejos para hacer que la mochila de rescate sea efectiva

1. Involucrar a la persona en la selección de los objetos. No todos los elementos funcionan para todos. Hay que probar y ajustar.

2. Hacer que la mochila sea parte de la rutina. Llevarla siempre consigo, incluso en salidas cortas.

3. Actualizar su contenido según la edad, intereses y necesidades cambiantes.

4. Usarla también en casa, no solo en el exterior. A veces, tener una versión en casa puede ser útil en momentos de crisis.

5. Evitar sobrecargarla. No tiene que ser pesada ni estar llena de cosas. Lo importante es que contenga lo esencial.

Más que una mochila: un refugio emocional

Para una persona neurotípica, llevar una mochila con estos objetos puede parecer algo opcional. Pero para muchas personas autistas, esta mochila representa mucho más: es un refugio, un escudo y un recurso de regulación que da seguridad y estabilidad.

Si aún no tienes una, te animo a crearla. Adaptarla a las necesidades de cada persona es clave, y la diferencia que puede hacer en momentos de sobrecarga es inmensa.

¿Tienes ya una mochila de rescate? ¿Qué objetos han sido imprescindibles en tu experiencia? ¡Te leo en los comentarios!

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Susana Ariza

Coach especializada en Neurodiversidad

“Vivir el Autismo”

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