La Tribu Dorada


“Cuando entiendes a tu hijo, el autismo deja de ser un problema. Solo necesitas que alguien te muestre otra manera de mirar.”

Cómo afrontar la entrada al colegio en niños autistas

El paso de la guardería al colegio puede ser un desafío enorme para cualquier niño, pero cuando hablamos de un niño autista, la situación puede ser aún más compleja. Los cambios en la rutina, el entorno nuevo, las nuevas caras y el aumento de las demandas pueden generar ansiedad y colapsos. Pero no te preocupes, hay estrategias que pueden ayudarte a acompañar este proceso de manera respetuosa y efectiva.

1. Prepara el terreno con antelación

El cambio comienza mucho antes del primer día de colegio. La anticipación y la preparación gradual son clave.

Estrategias:

  • Visitas previas: Si es posible, visita el colegio varias veces antes de que comiencen las clases. Haz que el niño conozca el edificio, el patio y las aulas. Esto reduce el impacto de lo nuevo.
  • Fotos y vídeos: Toma fotos del colegio, de la puerta de entrada, del aula y, si es posible, de los maestros. Míralas con tu hijo y háblale sobre lo que verá.
  • Historias sociales: Crea una pequeña historia social donde expliques cómo será el día en el nuevo colegio.

Ejemplo:

Pedro va a cambiar de la guardería al colegio. Antes de empezar el curso, su mamá lo lleva al colegio cada tarde para que juegue en el patio. Además, preparan un álbum con fotos del edificio y la profesora. Cada noche, Pedro y su mamá repasan las fotos mientras ella le cuenta que pronto estará jugando allí con otros niños.

2. Crea una rutina previsible

Las rutinas dan seguridad. Tener claro qué va a pasar cada mañana ayuda a reducir la ansiedad.

Estrategias:

  • Horarios visuales: Utiliza pictogramas o dibujos que muestren los pasos de la mañana: levantarse, vestirse, desayunar, ir al colegio.
  • Practica en casa: Haz simulaciones de la rutina matutina para que el niño sepa qué esperar.
  • Cuenta atrás: Haz un calendario donde cada día se marque la cuenta regresiva para el primer día.

Ejemplo:

Carla tiene dificultades con los cambios de rutina. Sus padres colocan un horario visual en la puerta de su habitación. Cada mañana, Carla coloca un imán en el paso que ha completado: levantarse, vestirse, desayunar… Esto hace que la rutina sea más predecible.

3. Introduce cambios gradualmente

Si el colegio lo permite, intenta que la transición sea progresiva.

Estrategias:

  • Días cortos al principio: Muchos colegios permiten que los primeros días sean más cortos.
  • Acompañamiento inicial: Algunos centros permiten que los padres se queden un rato en el aula los primeros días.
  • Objetos de apego: Permite que lleve un objeto que le dé seguridad (un peluche pequeño o una pulsera).

Ejemplo:

Luis se siente seguro con su mantita azul. Los primeros días, la profesora permite que tenga la mantita en la mochila y que la saque cuando lo necesite. Esto hace que Luis se sienta más tranquilo y preparado para quedarse.

4. Prepara al equipo docente

Los docentes necesitan conocer las necesidades específicas de tu hijo para poder acompañarlo mejor.

Estrategias:

  • Ficha personal: Prepara una ficha sencilla con información clave: gustos, cosas que calman, señales de sobrecarga y estrategias de regulación.
  • Reunión previa: Antes del inicio del curso, organiza una reunión con la profesora.
  • Comunicación fluida: Establece un sistema de comunicación diario (como una libreta de ida y vuelta).

Ejemplo:

Los padres de Marta crean una ficha con pictogramas donde explican que cuando Marta se siente ansiosa, necesita sentarse en el rincón de lectura con su almohada. La profesora utiliza esta estrategia desde el primer día, lo que reduce los colapsos.

5. Acompaña emocionalmente

El cambio puede generar emociones intensas. Valídalas y acompáñalas.

Estrategias:

  • Habla sobre las emociones: Usa cuentos o historias que reflejen el cambio y hablen de emociones como el miedo o la alegría.
  • Refuerza lo positivo: Haz hincapié en lo emocionante que será aprender cosas nuevas y hacer amigos.
  • Ofrece un refugio seguro: Al llegar a casa, dale un tiempo tranquilo para regularse.

Ejemplo:

Cada tarde, después del colegio, Ana y su papá dedican un rato a dibujar lo que ha pasado en el día. Si hay algo que la ha agobiado, lo dibujan también y buscan juntos una estrategia para que se sienta mejor al día siguiente.

Reflexión final

El paso de la guardería al colegio puede ser un reto, pero con una buena preparación, el acompañamiento adecuado y un enfoque respetuoso, puedes ayudar a tu hijo a afrontar esta transición con mayor seguridad y confianza.

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Enlace al grupo

Susana Ariza Cantero
Divulgadora de Autismo
Fundadora de Vivir el Autismo
susana@vivirelautismo.com

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