“Comparar a tu hijo con otros es como medir un pez por su capacidad de trepar árboles.”
Cuando un niño no aprende a leer a la misma edad que los demás, no habla como se espera, o necesita más tiempo para vestirse o entender una consigna, es fácil caer en la trampa de pensar que “va por detrás”.
Pero muchos niños neurodivergentes no van por detrás. Van por otro camino, a otro ritmo, y con un mapa completamente distinto.
Esto tiene un nombre: disincronía del desarrollo.
¿Qué significa disincronía?
Significa que el desarrollo no avanza de forma homogénea. Hay áreas donde el niño parece mayor que su edad (por ejemplo, tiene un vocabulario riquísimo), y otras donde necesita apoyos básicos (como usar tijeras o gestionar una espera).
Un niño puede estar leyendo a los 4 años, pero no saber atarse los zapatos con 9.
Puede comprender temas complejos sobre el universo, pero no entender una conversación informal en el recreo.
Esto no es un fallo. Es una característica de muchas mentes neurodivergentes, que profundizan mucho en lo que les interesa y se bloquean ante lo que no tiene sentido para ellas.
Ejemplo real:
Pensemos en Martín. Tiene 7 años. Le cuesta hacer amigos, a veces no entiende cuándo debe hablar y cuándo no. Pero si le preguntas por volcanes, te explica cómo se forman, dónde están los más activos del mundo y cuántas veces ha entrado en erupción el Kilauea.
Ahora, en clase de Educación Física le piden seguir una coreografía grupal. Y se queda quieto, descoordinado, confundido. ¿Es que no se esfuerza? No.
Es que su cuerpo y su mente no están sincronizados con lo que se espera de él.
¿Y tú como madre, qué puedes hacer?
- Cambia la mirada: no te preguntes por qué no hace lo que hacen otros niños. Pregúntate qué sí hace, qué le interesa, cómo aprende.
- Adapta las expectativas: no uses el calendario escolar como si fuera un cronómetro de desarrollo.
- Habla con el entorno: explica a profes, familia y terapeutas que no es “vago” ni “inmaduro”, sino que necesita otro enfoque.
Una frase para compartir (y repetirte):
“Mi hijo no está retrasado. Está floreciendo a su manera. Y eso también es valioso.”
Herramienta práctica:
Haz una tabla con tres columnas:
- Lo que se le da bien
- Lo que le cuesta
- Lo que le apasiona
Esa tabla es más útil que cualquier informe clínico. Te ayuda a enfocar tu energía, reforzar lo que sí funciona y acompañarlo donde necesita más tiempo.
Tu hijo no está fallando ningún examen de desarrollo. Está siguiendo su propio ritmo. Y no hay reloj que pueda medir su valor.
¿Te gustaría compartir tu experiencia con otras madres que sí te entienden?
En mi grupo privado de Facebook “Familias que Viven el Autismo” encontrarás apoyo real, comprensión y herramientas prácticas cada semana.
Es un espacio seguro donde no estás sola y donde tu vivencia importa.
Solicita unirte aquí → www.facebook.com/groups/familiasquevivenelautismo
¿Este post te ha dado claridad o alivio?
Suscríbete y compártelo con otra mamá que también está aprendiendo a mirar distinto.
Recibirás un correo diario con herramientas, ejemplos y recursos para entender a tu hijo cada vez mejor.
¿Quieres más?
Espero que este post te haya ayudado. Si necesitas más ayuda, visita mi web:
www.vivirelautismo.com
Susana Ariza Cantero
Coach en Neurodiversidad
Fundadora de Vivir el Autismo
Divulgadora de autismo
Susana@vivirelautismo.com
#autismo #disincronia #aprendizajerespetuoso #neurodivergencia #vivirelautismo #madresqueacompañan
Bibliografía y referencias
- Attwood, T. (2007). The Complete Guide to Asperger’s Syndrome
- Doble Equipo (Valencia). Recursos sobre desarrollo no lineal.
- Simon Baron-Cohen. Estudios sobre perfiles cognitivos diversos.
- Temple Grandin. Experiencias personales de desarrollo asincrónico.
Deja una respuesta