La Tribu Dorada


“Cuando entiendes a tu hijo, el autismo deja de ser un problema. Solo necesitas que alguien te muestre otra manera de mirar.”

“Mi hijo quiere estar siempre desnudo”: cuando el cuerpo pide alivio y el entorno no lo entiende

Hay cosas que las madres vivimos a diario, pero que no solemos contar. Cosas que parecen pequeñas, pero que nos desgastan por dentro. Como cuando tu hijo se niega a vestirse. Se quita la camiseta una y otra vez. El pantalón. Los calcetines. Incluso el pijama. Y no importa si hace frío o calor: quiere estar desnudo.

Muchas veces no sabes si es algo sensorial, si es una fase, si tiene que ver con el autismo o si simplemente es una lucha de poder. Pero en el fondo, notas que no lo hace por capricho. Que su cuerpo le está diciendo algo.

Este post es para ti, si alguna vez has sentido esa frustración y no has sabido cómo actuar. Y también para que, si alguien de tu entorno te juzga, tengas palabras con las que explicarlo.

Cuando vestirse se convierte en un castigo

En niños autistas, el procesamiento sensorial puede hacer que una simple camiseta se sienta como papel de lija. Los elásticos de la ropa aprietan. Los calcetines molestan. Las etiquetas raspan. Y lo que para nosotros es “una prenda normal”, para ellos puede ser una auténtica tortura silenciosa.

Dani, por ejemplo, lleva meses quitándose la ropa nada más entra en casa. No quiere pijama, no tolera camisetas. A veces incluso se pone nervioso o se desregula si intentamos insistir. Y no es que tenga calor, ni que sea un juego. Es que su piel está llena de granitos, como pequeñas picaduras, y él no puede decir “me pica”. Pero lo muestra con su cuerpo: quiere estar desnudo porque eso le da alivio.

No es un berrinche, es su cuerpo pidiendo ayuda

A veces se confunde con una rabieta. Pero lo que está pasando en realidad es mucho más profundo. Su sistema nervioso está en modo alerta. Su piel está irritada. Su sentido del tacto está tan sensible que la ropa se vuelve insoportable.

Y como no siempre pueden explicarlo con palabras, lo hacen como pueden: se desnudan.

Esto no es algo raro. Es bastante común en niños con autismo y piel atópica. De hecho, hay muchas madres que cuentan lo mismo:

  • “Mi hijo no soporta el uniforme del cole, pero con ropa de algodón va bien”.
  • “Solo quiere llevar una camiseta concreta, siempre la misma”.
  • “Se rasca al ponerse ropa y se calma cuando se la quita”.

¿Y si además tiene piel atópica?

Aquí entra otro factor clave: la piel.

Muchos niños autistas tienen condiciones dermatológicas como piel atópica o queratosis pilaris (esos granitos secos y rugosos en brazos, glúteos o muslos). Cuando el cuerpo ya está irritado, cualquier roce puede ser demasiado. Las zonas donde la ropa aprieta o suda —como la cintura, los muslos o el cuello— se convierten en puntos de conflicto.

Por eso no es casualidad que Dani rechace ponerse ciertas prendas. Es donde más le molesta. Donde más granitos tiene. Donde no aguanta ni un segundo más.

Qué puedes hacer (y qué no hace falta forzar)

Cuando entendemos que no es rebeldía, sino una necesidad física y sensorial, todo cambia. En lugar de imponer, podemos acompañar. En lugar de luchar, podemos observar.

Aquí algunas ideas que suelen funcionar:

  • Dale espacio para estar desnudo en casa. Si el entorno es seguro, no pasa nada por permitirle esa libertad.
  • Evita ropa con costuras gruesas, etiquetas o tejidos sintéticos. Mejor prendas suaves, de algodón orgánico o sin etiquetas.
  • Déjale elegir la ropa que tolere mejor. A veces es solo una camiseta concreta o un pantalón que ya está “dado de sí”, pero se convierte en su aliado.
  • Revisa su piel cada día. Si tiene brotes, hidrata con cremas emolientes y consulta si necesita algún tratamiento.
  • No le obligues a vestirse si no es imprescindible. A veces lo hacemos por costumbre (“tiene que ir vestido por casa”), pero su bienestar está primero.

Y sobre todo: no lo tomes como algo personal. No te está desafiando. No te está manipulando. Está protegiéndose.

¿Y qué le digo a los demás?

Porque claro, luego está el entorno. Las visitas que llegan y lo ven sin ropa. Los comentarios del tipo “tienes que ponerle límites”, “eso no es normal”, “te toma el pelo”.

Aquí va algo que puedes decir con seguridad:

“Mi hijo tiene hipersensibilidad sensorial y piel atópica. La ropa le molesta. Estar sin ella es una forma de regularse y sentirse bien. No lo hace por provocar, lo hace para estar tranquilo.”

Y si no lo entienden, no pasa nada. No necesitan entenderlo todos. Solo necesitas tú tenerlo claro.

Lo más importante: su bienestar

Tu hijo no necesita que le enseñes a aguantarse. Necesita que le acompañes a comprender y cuidar su cuerpo. Y si ahora mismo ese cuerpo necesita estar más libre, respétalo. Ya llegará el momento de trabajar otras cosas. Pero forzar cuando el cuerpo está gritando solo lleva al conflicto y al dolor.

Porque muchas veces, lo que interpretamos como conducta es solo una forma de comunicación.

¿También te pasa en casa? ¿Te sientes sola al vivir esto? Escríbeme o cuéntamelo. Vamos a romper ese silencio que tantas madres cargamos sin hablar. 💛∞

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Susana Ariza Cantero
Divulgadora de autismo
susana@vivirelautismo.com


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